Cómo utilizar la crítica constructiva como clave para el autoconocimiento y la búsqueda de una vida productiva

¿Cuál es el primer pensamiento que te viene a la mente cuando escuchas hablar de autocrítica? La respuesta suele ser una palabra que describe un sentimiento negativo. Pero, ¿te has preguntado alguna vez por qué?

La gente tiende a pensar que la autocrítica es el diálogo negativo que se produce en nuestra cabeza y que destruye nuestra paz mental y nos acerca al fracaso, por lo que intentan deshacerse de ella por completo. Sin embargo, otros piensan que el odio y la autocrítica nos motivan a trabajar mejor. Lamentablemente, la autocrítica no funciona de esa manera.

Entonces, ¿qué es la autocrítica? ¿Cómo funciona? Y, sobre todo, ¿cómo la utilizas para tu propio bien?

PENSAMIENTO CRÍTICO

En primer lugar, vamos a aclarar la idea de la autocrítica dándole una definición sencilla, que dice así: La autocrítica es el acto de evaluarse a uno mismo, en aspectos como el propio desempeño en el trabajo y el propio comportamiento”. ¿Lo veis? La propia definición no tiene ninguna frase que implique que la autocrítica sea siempre negativa o dañina. Esto se explica bien en una cita de Yong Kang Chan , en la que dice:

“Tal vez la autocrítica no sea el problema, sino más bien cómo reaccionamos a la crítica”.

Antes de profundizar en el tema, es necesario entender que el pensamiento crítico no es algo que se pueda dejar de hacer. La mente humana rara vez descansa. Los estudios demuestran que, en un día, una persona promedio tiene entre 12.000 y 60.000 pensamientos, de los cuales el 80% son pensamientos negativos y el 95% son pensamientos repetitivos. Al mismo tiempo, también se estima que tenemos entre 300 y 400 pensamientos de autoevaluación por día. Esto demuestra que los pensamientos autocríticos son parte de la naturaleza humana.

Así pues, ya debe quedar claro que eliminar el pensamiento crítico no es la forma posible de deshacerse de la autocrítica que te ha estado impulsando a la negatividad, haciéndote visualizarla como un concepto negativo en general, siempre.

LA DIFERENCIA ENTRE AUTOCRÍTICA GENERAL Y CONSTRUCTIVA

El siguiente paso es desenterrar la delgada línea que separa la autocrítica implacable de aquella que tiene un impacto positivo.

self-criticism
Foto de: pexels

Las investigaciones han demostrado que la autocrítica es perjudicial sólo cuando se hace sin límites. La autocrítica te deja una cicatriz sólo cuando te excedes, normalmente con una idea perfeccionista de las cosas. Este tipo de autocrítica sin duda conduce a la depresión, como corroboran las investigaciones, ya que tiene la característica de juzgar a una persona en lugar de juzgar su trabajo o comportamiento, lo que conduce a la duda sobre uno mismo. Te obliga a ser vago en el área sobre la que intentas ser crítico y, por lo tanto, hace que el proceso se desequilibre, dejándote paralizado. Esta es la razón principal por la que uno se siente incómodo con una sensación de negatividad cuando se menciona el tema de la autocrítica.

Cuando la autocrítica tiene un límite, te impulsa hacia adelante y te ayuda a crecer. El propósito de este tipo de autocrítica es ayudar a encontrar la razón y la solución a los propios problemas. Este tipo de autocrítica se denomina autocrítica constructiva .

Atributos y ventajas de la autocrítica constructiva

  • La crítica constructiva proporciona una conciencia específica: se centra en el trabajo y no en la persona en sí. Por lo tanto, ayuda a la persona a cambiar el método, el entorno o cualquier otro factor relacionado con el trabajo, en lugar de provocar dudas sobre sí misma.
  • Se trata de un análisis constructivo: La crítica constructiva ayuda a la persona a analizar sus puntos fuertes y débiles, orientándola hacia la superación personal y aumentando su confianza. Esta forma de crítica se identifica así como un enfoque positivo que ayuda a construirse a sí misma.
  • Abre las puertas al autoconocimiento: una vez que una persona comienza a practicar esta forma saludable y constructiva de autocrítica, estará mirando dentro de su alma, lo que no sólo revelará sus verdaderos potenciales sino que también aumentará su felicidad.

PASOS PARA EJERCER UNA AUTOCRÍTICA SALUDABLE

Ahora que ya sabes que la forma de autocrítica que has estado practicando no es la adecuada, primero entiende que no eres el único que la practica. Está bien no saberlo todo desde el principio, después de todo, no nacimos siendo genios. Pero no está bien ser consciente de algo que has estado haciendo mal y no hacer nada al respecto. Por eso, aquí tienes algunos pasos para convertir el proceso de autocrítica en un enfoque flexible y saludable.

  • Cambio de enfoque: la forma tóxica de autocrítica se centra en la persona misma, por lo que ha generado toda la negatividad durante tanto tiempo y, por lo tanto, no produce resultados. Alec Greven ha citado:

"Si no funciona, déjalo ir. Pase lo que pase, no dejes que te vuelva loco".

Como ya hemos dicho, la autocrítica constructiva se centra específicamente en el trabajo o en el comportamiento, en lugar de en la persona en sí. Así que, en lugar de centrarse en la personalidad, hay que centrarse en el comportamiento. Es decir, hay que centrarse en los aspectos modificables que nos piden a gritos que mejoremos, en lugar de centrarse en los que no se pueden cambiar.

  • Mírate a ti mismo como lo haría un ser querido y empatiza con la situación: Deshacerse de la autocrítica tóxica y, principalmente, de sus efectos, llevará algún tiempo. En general, somos más duros con nosotros mismos que con nuestros seres queridos en la misma situación. A veces nos consideramos menos merecedores de muchas cosas que en realidad somos capaces de lograr. Así que sé amable contigo mismo e imagina cómo motivarías a tus seres queridos si estuvieran en tu lugar.
A woman looking into the mirror
Foto de: pexels
  • Comprueba la veracidad de las críticas: No olvides que no todas las críticas son ciertas. Nuestra mente a menudo funciona como un mecanismo de defensa para protegernos de las decisiones y acciones incómodas, así que no confíes en todo lo que te dice tu mente. Comprueba si las críticas son válidas y te sirven de algo.

“Toma las críticas en serio, pero no de forma personal. Si hay algo de verdad o mérito en ellas, intenta aprender de ellas. De lo contrario, déjalas pasar”.

-Hillary Rodham Clinton

  • Reemplazar palabras: Nuestras palabras juegan un papel importante en lo que respecta a nuestros pensamientos, lo que a su vez afecta a nuestros sentimientos. Para tener una actitud positiva, es necesario sustituir palabras y afirmaciones negativas por otras positivas. Esto aumentará tu confianza en ti mismo y te animará a trabajar mejor.
  • Empieza por algo pequeño: no te propongas dominar el concepto en poco tiempo ni exageres con las críticas, ya que eso seguirá siendo una forma negativa de autocrítica y, por lo tanto, dará lugar a las mismas emociones negativas. Establece metas más pequeñas al principio y aumenta el nivel de dificultad a medida que te sientas cómodo practicándolas.
  • Practica la autocompasión: sé valiente y acepta que, cuando hayas cometido un error, está bien cometerlo porque, como seres humanos, tenemos toda la libertad de ser falibles. Perdónate por el error, analiza qué te llevó a cometerlo y encuentra una manera de evitarlo la próxima vez. La autocrítica constructiva tiene como objetivo aumentar el amor propio que uno tiene por sí mismo.
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Foto de: unsplash
  • Piensa en las personas que te rodean: Jim Rohn dijo una vez:

“Somos el promedio de las cinco personas con las que pasamos más tiempo”.

Como dice claramente la cita, nuestro entorno y las personas que nos rodean influyen en gran medida en nuestros pensamientos y, por lo tanto, en nuestro comportamiento. Por lo tanto, asegúrate de estar en compañía de personas con mentalidad positiva, que te inspiren a esforzarte por mejorar.

Para concluir, recuerda que los defectos no están en la autocrítica, sino en la forma en que la haces. Eres tú quien allana el camino hacia la negatividad desde el mismo momento en que comienzas a excederte.

El perfeccionismo en la autocrítica solo causa daño y te deja paralizado. Pero ni el perfeccionismo ni la autocrítica son algo que uno no pueda cambiar. Estás a solo una decisión de cada una de esas cosas que quieres cambiar.

Entonces, tienes dos opciones para elegir: una es dejar que tu crítico interno controle tus pensamientos y la segunda es usar tus pensamientos para controlar a tu crítico interno. ¿Qué vas a elegir?

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