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La creatividad es un estado mental que fomenta la creación. Cuando nos encontramos en este estado mental, nos encontramos en un estado de fluidez, completamente concentrados en lo que nos hemos propuesto lograr.
La imaginación fluye libremente y es capaz de explorar las áreas inexploradas de la mente.
No es necesario encasillar el término en un lugar determinado. Cuando pensamos en lo que significa ser creativo, a menudo nos viene a la mente la imagen de alguien pintando un cuadro o formando una escultura.
Sin embargo, la creatividad puede adoptar muchas formas: puede ser crear algo de la nada, puede ser leer libros para expandir la mente, puede ser participar en experiencias nuevas y emocionantes, puede ser soñar despierto sobre el futuro.
La creatividad es una cualidad que a menudo admiramos en otras personas, pero a veces nos resulta difícil reconocerla en nosotros mismos.
Todos nacemos con una chispa creativa; investigamos esta cualidad imaginativa en nosotros mismos ampliamente a lo largo de nuestra infancia.
Cuando somos niños, tenemos una imaginación muy viva. Pasamos el tiempo explorando nuestros intereses, haciendo manualidades, jugando a disfrazarnos y haciendo travesuras.
Los niños son los seres más imaginativos; no son susceptibles a las influencias, a menudo desmoralizadoras, de otras personas y de la sociedad hasta que son mayores. Al igual que los jóvenes, los niños se divierten abrazando las cosas que disfrutan y no pierden tiempo pensando en ellas. Los niños simplemente viven.
La creatividad es transparente en los niños y se reconoce fácilmente. Observamos cómo la creatividad se manifiesta en la forma en que juegan solos y con otros, en la forma en que se comunican e interactúan con quienes los rodean y en la forma en que cuentan historias.
A medida que crecemos y experimentamos la vida, nos acostumbramos a utilizar nuestra creatividad inherente. Nos convertimos en adultos y se nos abren los ojos a lo que el mundo realmente tiene reservado para nosotros.
Permitimos que el mundo y las experiencias de la vida nos hagan más rudos y ya no nos adentramos en nuestra creatividad. Nuestras luces creativas se apagan y nos asustamos de avivar la llama.
La creatividad en la edad adulta no se valora tanto como en la infancia. A los adultos creativos se les suele etiquetar como individuos volubles con la cabeza en las nubes. Las carreras artísticas no se tienen en tan alta estima como los empleos que generan un flujo de dinero estable.
Estos estereotipos nos hacen apagar inconscientemente las áreas creativas de nuestra mente y ponemos esa cualidad a dormir. Como adultos, silenciamos la voz creativa que escuchamos en nuestra cabeza, la atenuamos, la amortiguamos y la apagamos.
Sin embargo, debemos optar por despertar nuestra creatividad. Debemos reconocer con certeza que, en realidad, somos creativos de corazón y que tenemos la capacidad de aportar algo nuevo al mundo.
Explorar la imaginación y los sentidos creativos tiene importantes beneficios, y nunca es demasiado tarde para disfrutarlos.
Aquí están las 10 razones por las que deberías abrazar y explorar tu creatividad .
Cuando aceptas tu creatividad y te permites crear de una manera que fluye naturalmente, adquieres más confianza en lo que haces. Ya no haces algo que te parece tonto o que no vale la pena.
La confianza surge de la creatividad, porque literalmente estás trayendo al mundo algo que antes no existía. Estás creando algo de la nada. Tu imaginación planta semillas en tu mente que echan raíces y crecen hasta convertirse en aquello que te apasiona creativamente.
Es cuando exploras este crecimiento que adquieres más confianza en tus habilidades.
Podemos utilizar la creatividad como una válvula de escape para nuestros sentimientos y emociones negativos. Si estás estresado o te sientes abrumado, canaliza esa energía hacia un proyecto.
A menudo somos capaces de crear cuando nos encontramos en un estado de angustia. Es entonces cuando nuestra creatividad comienza a fluir y podemos utilizar nuestro estado mental en beneficio de nuestra creatividad.
Cuando estés triste, enojado, deprimido, ansioso, solo o te sientas de cualquier otra forma, úsalo a tu favor. Siéntate con tus emociones y viertelas en lo que sea que elijas hacer. Puede que te sorprenda el resultado.
Cuando permitimos que nuestra mente juegue y explore las profundidades de nuestra creatividad, a menudo descubrimos que disfrutamos del resultado. Descubrimos que el proceso creativo, así como sus consecuencias, pueden ser cosas hermosas.
Es fundamental encontrar una salida creativa en la que te guste participar. Si no te gusta poner la pluma sobre el papel, no escribas. Si no te gusta la arcilla, no esculpas. Si no encuentras placer en la lectura, no leas.
Encuentra lo que funciona para ti y apégate a ello. Explora diferentes formas de creatividad y encuentra lo que resuena con tu mente y tu corazón. Todos tenemos pozos de creatividad en nuestro interior y vale la pena encontrar las salidas que nos brinden mayor satisfacción y alegría.
La creatividad nunca es una pérdida de tiempo. Nunca pondrás a trabajar tu creatividad y te decepcionarás. Crear algo de la nada siempre es productivo.
El acto de ser creativo produce belleza, innovación, intriga y fantasía. El resultado siempre valdrá la pena porque estás invirtiendo tu energía en algo que no ocupaba espacio hasta que lo trajiste al universo.
Nunca tengas miedo de que tu creatividad sea superflua; el producto solo mejorará y agregará al mundo, no le restará nada.
Cuando llega la época de fiestas, no tienes que participar en compras de pánico de último momento; puedes hacer tus propios regalos, dependiendo de cuál sea tu salida creativa.
Si te gusta hacer cosas, usa esta habilidad para hacer regalos para las personas a las que les comprarías regalos con regularidad. A la gente normalmente le encanta recibir cosas hechas a mano porque demuestra que dedicaste tiempo y energía a hacer algo bien pensado en lugar de comprar un regalo comprado en una tienda.
Si tu creatividad surge a través del tejido, haz bufandas o gorros para tus seres queridos; si tu medio de expresión es la pintura, haz tarjetas pintadas a mano. Si te gusta escribir, escribe un cuento o una caricatura, o un artículo personalizado para cada persona. Da rienda suelta a tu creatividad.
Cada uno es una persona única y todos poseemos dones internos creativos que nos permiten expresarnos a través de la utilización de estas cualidades.
Así como usar tu ropa favorita es una expresión de quién eres, también lo es tu capacidad de crear. Tu arte, tu creación, tu trabajo pueden ser un claro reflejo de quién eres y de lo que representas.
Mucha gente tiene un trabajo extra. Algunos conducen para Uber y Lyft, otros restauran muebles viejos y los venden para obtener ganancias, y otros montan tiendas Etsy para vender las cosas que hacen a mano.
Si tu creatividad puede generar dinero, permítele que lo haga. Si gastas tu energía creativa tejiendo mantas, haciendo joyas, escribiendo poemas, dibujando bocetos, encuentra una manera de aprovechar tus habilidades para generar dinero.
Sea cual sea su habilidad, puede comercializarla y aprovechar sus beneficios monetarios. Sea creativo con su inventiva y prepárese para obtener un pequeño ingreso adicional, simplemente como resultado de una artesanía que ya disfruta haciendo.
Puedes amar hacer algo sin ser necesariamente “bueno” en ello. Puedes encontrar una felicidad pura y desenfrenada al hacer atrapasueños, diseñar aretes o tejer suéteres de gatos, pero tus creaciones pueden ser mediocres.
El hecho de que no seas bueno en lo que amas ahora no significa que nunca lo serás. En la mayoría de los casos, la práctica hace el progreso; cuanto más haces algo, mejor te va con el tiempo.
Date tiempo y paciencia para mejorar en tu faceta creativa. Permítete practicar y no te rindas solo porque el resultado final no cumpla con tus estándares. Todo lo que vale la pena requiere tiempo y esfuerzo, así que sigue poniendo toda tu energía y tu habilidad mejorará.
La creatividad inspira a los demás, así de simple. Vemos a los demás crear y eso nos inspira a encontrar nuestras propias formas de generar nuestras ideas y pensamientos a través de la manifestación física.
Todos hemos visto alguna vez una pintura o una obra de arte hermosa que despierta emociones en nuestro interior y nos hace sentir ciertas cosas. A veces, este sentimiento nos lleva a desear ver más cosas hermosas creadas por otros y, a veces, nos lleva por nuestros propios caminos creativos.
Cualquiera que sea el medio que elijas para expresar tu creatividad, inspirará a alguien más de una manera u otra. Deja fluir tu creatividad.
Cada vez que alguien crea algo nuevo o tiene un nuevo concepto o idea, el mundo se vuelve más pleno, completo y diverso. Todo comienza de la nada, y las mentes creativas más famosas del mundo han traído su trabajo al mundo a partir de un simple pensamiento o idea.
Si se hubieran sofocado estos atisbos de pensamiento, ¿dónde estaría el mundo hoy? Carecería de hermosas creaciones artísticas, de literatura conmovedora y perspicaz, de conocimiento e intelecto, de diversión y alegría.
Sin el flujo de la creatividad, el mundo se vuelve un lugar más aburrido. Si eres una persona creativa, deja que tu creatividad fluya libremente, sin inhibiciones. Haz lo que amas, haz lo que te haga sentir bien y recuerda que el mundo es un lugar mejor gracias a los dones que aportas.
En resumen, la sociedad nos dice que pongamos un tope a nuestra creatividad; nos dice que callemos nuestras voces imaginativas, que encierremos nuestras ideas y apaguemos nuestra llama creativa. Por eso, no siempre nos vemos como personas creativas porque nos hemos silenciado durante demasiado tiempo.
Recuerda que eres creativo, que naciste creativo y que eso no se va a ir así como así. Tienes dones que ofrecer al mundo, a quienes te rodean e incluso a ti mismo. Date la oportunidad de explorar hasta dónde te puede llevar tu creatividad y disfruta de la corriente.